Normalmente intento ocultarlo hacia el exterior, no me
preguntéis porqué…reprimiéndome, diciendo verdades a medias sobre mi estado de
animo con indirectas o escribiendo en 3ª persona como si fuera la historia y
los problemas de otra gente. Supongo que para no parecer vulnerable y creerme yo misma
más fuerte y así protegerme mostrando una sonrisa hacia el mundo aunque por muy
dentro de mi alma esté llorando aun cuando para los ojos del mundo no debería
ser así,…tal vez por orgullo, dignidad, no lo sé…
Pues bien…hoy salgo de mi capazón, me quito el antifaz… hoy
mi alma estará desnuda en este fragmento de sinceridad.
Siento que he estado mucho tiempo gritando desde mis
entrañas, pero que nadie era capaz de escucharlo, eran unos gritos demasiado
lejanos…
Hoy ya no hace falta gritar…., comienzo a sincerarme conmigo
misma y eso me hace sentir más en paz.
Y si es eso cierto, tiempo es precisamente lo que me
sobra, pero, ¿cuanto es el suficiente?
La paciencia también es una de mis mayores virtudes, pero
todos tenemos un tope.., de todas formas, aunque me intente revelar ante las circunstancias,
¿ de qué serviría…?, ya no puedo hacer más, no me queda otra. Es algo que
cuesta aceptar “el no poder hacer nada”, “no poder ayudar a alguien que quieres
cuando intuyes que te necesita, por ejemplo” pero eso es algo que cuanto antes
lo aceptes mucho mejor.
Pienso que si el destino se empeña en que no funcionen
mis fallidos intentos por hacer algo para cambiar las cosas, por ayudar a
alguien, es porque a lo mejor ese alguien no se quiere dejar ayudar o porque no
es el momento de encontrarte con ésa persona porque quizás sería algo negativo
para tí. Creo que todo tiene su sentido y explicación pero que simplemente NO
ES EL MOMENTO para esclarecerlo. Si tiene que suceder algo en algún momento, ya
pasará, pero hoy por hoy lo mejor es aceptar las cosas tal y como nos vienen.
Cuesta cruzarse de brazos y esperar a que el tiempo
pase delante de tus ojos sin poder hacer nada al respecto, porque siempre he
sentido y más ahora que nunca que podría haber hecho algo más o que PUEDO hacer
algo más para que las cosas cambien…, pero aún no se el qué. Porque cuando has
agotado casi todas tus ideas y posibilidades y todas han fracasado acabas
dándote un poco por vencida y solo queda resignarse.., eso es lo que me toca
ahora, ¿no?
“A veces la resignación es un paso hacia la felicidad”
y esto es una regla de oro que tengo que meterme en la cabeza a base de golpes
si hace falta.
Quiero sentir, NECESITO sentir que voy a hacer las cosas bien….
Resulta que dicen que el placer y la
actividad hacen que el tiempo parezca breve. Así que me volcaré en cuerpo y alma en esa
teoría.
El pasado es un prólogo, el presente el primer
capítulo y el futuro un final muy lejano que aun esta por escribir…ya decidiré
qué final darle, lo que importa ahora es vivir el primer capítulo como si fuera
el último.
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