jueves, 15 de noviembre de 2012

Dejar de esperar...

Había aprendido a dejar de esperar, es el mejor sistema anti-decepciones, de verdad...al no esperar nada de nadie no te ilusionas,.. entonces al confirmarse tu miedo la caída es menos dolorosa. Ese lema ya lo había aprendido a base de tortas y no quería volver a cometerlo, pero... es un gilipollez porque en el momento en que una persona comienza a importante más de la cuenta comienzas a creer y confiar en el y en sus promesas, pues las promesas parecen inquebrantables, ¿ sino para que se harían...no?, es inevitable cuando la decepción llega la caída sigue siendo igual de dolorosa o más.

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