jueves, 5 de junio de 2025

Hogar: una huella invisible



Es curioso como cada casa tiene su olor único e inconfundible, que la caracteriza. Es una mezcla entre el aroma de las personas que la habitan, de los alimentos que cocinan y los productos de limpieza que utilizan. 

Pero creo que hay algo más profundo, casi invisible: un perfume íntimo que parece emanar del propio ADN de sus habitantes.

Si eres lo suficientemente sensible y eres capaz de percibirlo notarás que ninguna casa huele igual, es algo parecido a las huellas dactilares, que nadie tiene la misma. Pues esto es igual, como una huella dactilar olfativa e irrepetible.

A veces incluso basta con un soplo de ese aroma y podrías ser capaz de reconocer "ese olor" en cualquier parte del mundo y saber exactamente a quién pertenece. 

El Olor a Casa Yaya, por ejemplo, es una mezcla reconfortante a ropa limpia, sus deliciosos guisos y su perfume particular. O el de la Casa de mi Amiga la Brujita, que flota entre incienso, Palo Santo y el suave rastro del pelaje de sus gatos.

Pensar en ello me despierta una sensación muy bonita, como esa que aparece cuando vuelves a casa tras pasar mucho tiempo fuera. Abres la puerta, respiras hondo y piensas: " huele a Casa, a Mi casa"..

Qué fortuna y privilegio es tener un sitio al que regresar. Un lugar al que, serena y en paz puedes llamar Hogar.

1 comentario:

praviatta dijo...

Maravilloso,me encanta.Como lo llevas dentro,se nota que lo sientes, porque tú misma llenas el hogar donde vives.Te quiero guapa