Viaje hacia la Senectud (El Otoño de la Vida)

¿Qué os representa para vosotros la Vejez?

Para mí la imagen que mejor la representa es un banco olvidado y solitario en medio de un desierto y apacible parque otoñal pleno de tostadas hojas caduca. Es la Soledad, la necesidad de Tranquilidad, la Nostalgia, la Tristeza, el principio del Fín…

Miro mis manos...y pienso,.. son las manos de una mujer de 21 años, tan jóvenes, elásticas y bonitas que aún tanto les queda por hacer en el camino de su existencia…, ¿ pero y dentro de 10 años?, ¿cómo serán entonces? ¿y de 15……?

Qué miedo da el futuro a veces…ésa incertidumbre que tanto nos reconcome, ése deterioro físico que nos espera o el qué será de nosotros. Y si encima lo piensas bien “Vivir es ir muriendo y nacer es empezar a morir.”

Son demasiadas preguntas sin respuesta; de ahí la frase que dice Vive el día a día como si fuera el último o la de DISFRUTA, LA VIDA ES BREVE.

La gente me sigue diciendo desde hace 8 años que aún soy súper joven y me queda mucho por vivir, mucho camino por recorrer y tiempo de sobra para cumplir mis sueños. Pero mientras que yo siento que no avanzo me planteo, ¿me seguirán diciendo lo mismo dentro de 10 años?

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La vida nos parece tan corta que, a veces, nos hundimos en una cierta tristeza que nos aísla y nos hace perder la oportunidad de experimentar la verdadera VIDA, hundiéndonos en nuestros problemas y frustraciones mientras dejamos escapar ésas preciosas oportunidades de ser feliz.

En la simbología poética se utiliza la imagen del otoño o del atardecer para evocar el principio de la vejez. Lo cierto es que, en el “otoño de la vida”, nuestra piel empieza a marchitarse, a arrugarse y ésa es una de las cosas que más pánico nos dan. ¿Nos seguirán queriendo cuando nos deterioremos de ésa forma..?, ¿mi amor me seguirá amando?, ¿seguiré teniendo éxito en la vida… en los escenarios, en el trabajo…? Y llegas a la conclusión de que YA NO SERÁ LO MISMO.

Comenzamos el balance de nuestra existencia, y durante este transcurso que nos queda de vida, procuramos dar prioridad a lo esencial, de forma decidida, comedida, prudente y sabia. Comenzamos también a sentir que la energía y las facultades se ralentizan. En cambio otros muchos se deprimen profundamente cuando notan estos grandes cambios y se preguntan con gran temor ¿Qué me quedará de lo que he vivido en esta existencia? ¿Qué sentido habrá tenido? ¿Qué me queda por hacer?, ¿realmente alguien me echará de menos cuando ya no esté..?, ¿después de toda una vida quedará algo que pruebe que existí…?

Causa vértigo pensar en todo eso, ¿verdad? Y creo que ciertamente hay MUY pocas personas que no se lo pregunten.

Pero he llegado a un conclusión y espero seguir creyendo fervientemente en ello el día que llegue yo también a esa temida etapa, pues al fin y al cabo, TODOS llegaremos, excepto desgraciadamente las personas que se quedan por el camino.

Si consideramos el fin de esta vida como una pérdida, nos escondemos, nos encerramos en nosotros mismos, y poco a poco nos volvemos taciturnos, desapacibles, nostálgicos y nos iremos de esta vida de la manera más triste, sin haber disfrutado hasta el último momento; pero si consideramos el fin de la vida como una apertura hacia otra dimensión, otra vida, como el término de una existencia que abre la puerta hacia otra fase, nos resultará más fácil desarrollar una sabiduría valiente y serena, aceptando nuestro destino y yéndonos a lo grande para comenzar de nuevo en una nueva oportunidad, UNA NUEVA VIDA…

…NUESTRAS ALMAS SIEMPRE SERÁN ETERNAS…

“Cuántas vidas, hemos vivido en esta tierra.

En la distancia de nuestras vidas.

Separados por el destino.

Desde el comienzo de los tiempos...

”