Cuando un enfrentamiento así se produce dentro de tu ser no sabes si reír o llorar..., todo el día dando vueltas a lo mismo y lo peor es que no parece tener fín alguno. Quieres gritar, quieres explotar y dejar de pensar, pero por otro lado quieres reír para disimular y fingir ser felíz, mostrando un caparazón duro y resistente a los demás ¡y a prueba de balas!
Menuda contradicción..., ¿verdad?, lo normal sería seguir los consejos de la señorita LÓGICA; ella siempre tan sensata y fría para tomar decisiones. Todo lo tiene en completo orden, tan estricta y cuanto dice va a misa. Se supone que ella debería ganar la batalla, ya que su palabra es la justa y la adecuada, mantiene tu orgullo intacto y aparentemente sales ganando.
Pero luego..., por otra parte el Cálido Corazón nos frena tanto a la hora de tomar decisiones..., envaucandonos con sus embriagadoras sensaciones y tentadoras emociones arrástrandonos por el mal camino, hacia la zona más profunda y cálida de las soluciones, pero nunca las adecuadas.
Con sus discursos sentimentales hablando con el lenguaje del sentimiento siempre nos conmueve, pero no siempre es el mejor desenlace seguír su canción.
Si te paras a pensarlo es de risa, es como si estuviera hablando de el angel malo y el angel bueno discutiendo con sus mejores argumentos, pero es que en la vida real es así, creo que es la mejor forma de describirlo, pero ojalá nadie tuviera que sentírlo.
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